sábado, 29 de diciembre de 2012

Dia UNO.

Me intentaron despertar, 
mi primo de cuatro años quería estar seguro de que no estaba despierta, 
esta muy contento con la visita y no puede esperar. 


Me desperté, pensé tres segundos si seguir durmiendo o salir a correr. 
Me cambie y salí. 
No todos los días tengo la posibilidad de correr a la par del mar. 

Me fui lejos, donde ya no hay casas ni gente. 
Encontré una especie de altar improvisado, con una leyenda que te proponía pedir un deseo dejando una piedra. 


Lo observe desde todas las perspectivas. 
Es increíble, me di cuenta de que el poder pedir un deseo nos puede remontar a la niñez, 
a esos momentos en donde soñar no estaba relacionado con los beneficios prácticos o monetarios, sino mas bien con ilusiones casi imposibles. 
Busque una piedra y pedí. 
Yo siempre pido lo mismo "AMOR" de todo tipo, de todas las formas y colores. 
Y es que la vida sin amor no es vida.



Me encontré con esa familia que no veo casi nunca. 

Desayune y los actualice acerca de mi vida. 

Vivir sola me hace ver que los momentos compartidos son únicos.

Aprendí y practique el baile del caballo como lo llama el. El gangam style. Nos reimos, lo filmamos. Compramos, comimos y colgue con la computadora.
Surgieron varias cosas inesperadas hoy. Propuestas de trabajo. Declaraciones de amor. 
Viejos romances de verano que volvieron sin entender bien porque.
Termine mi día con otra parte de la familia, en otro lado, con ojotas y lentes nuevos. 
Vi a mi bis abuela, la persona mas tierna en el mundo. La abrace, la ame.

Volví, cene y ahora escribo esto.
Entendí que me acostumbre a la soledad y me cuesta estar lejos de ella. 
Me di cuenta que amo mi libertad y madurez.

Mañana llega mi familia mas cercana. Mama, papá y hermanitos. 
Mañana voy a ser un poco mas feliz.
Mañana se termina el año.

Adio!

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